En su momento, -hace año y medio aproximadamente-, fue una buena noticia la puesta en marcha de un nuevo montaje de “El tiempo y los Conway”, la obra maestra de J. B. Priestley. Sin embargo, lo que queremos resaltar aquí es el tratamiento que dieron a la comunicación del espectáculo en Facebook. Inicialmente iban publicando aspectos de la preproducción. Posteriormente nos fueron introduciendo en los avatares de la puesta en escena y finalmente, han mantenido la continuidad informativa hasta el día de hoy. Todo ellos como forma de captar la atención de los espectadores.

Conocemos otros casos de utilización de las redes sociales para despertar interés sobre actividades culturales, pero nos parece especialmente sugestiva la forma en que se llevó a cabo en este caso. Supieron atraer la curiosidad del público potencial a base de ir desgranando poco a poco lo que sucedía entre bambalinas, casi a la manera de una obra de suspense. Noticias sobre los castings y el posible reparto, incluso permitiendo “rumores”; las distintas posibilidades de diseño del cartel; presentación de bocetos de la escenografía, el vestuario, el atrezzo… Cada aspecto del montaje era desvelado poco a poco, haciendo que los futuros espectadores se sintieran parte de la producción, permitiéndoles opinar y participar. Además, completaron la información con elementos ajenos como videos musicales o un cortometraje, relacionados con la temática de la obra.

Desde mi punto de vista, daba la sensación de que nos adentrábamos en la mente del director o el productor, en sus procesos creativos, en sus ideas y en su visión de lo que se estaba tratando. Es como si se abriera una ventana desde la que vislumbrar parte de lo que experimentaban y en qué se basaba el desarrollo y el progreso de la puesta en escena. Y eso, además de una lección sobre la creación de un espectáculo, también es una buena muestra de utilización de las redes sociales para la atracción y fidelización de públicos. Por supuesto, estas premisas son aplicables a cualquier otro producto cultural.