Hay obras de arte que cuando las ves no puedes decir otra cosa que… ¡esto es una mierda! Por supuesto todo es cuestión de gustos y de una mínima comprensión del arte contemporáneo, y también de la elaboración teórica que se haya hecho para llegar a crear una determinada pieza.

A comienzos de los sesenta Piero Manzoni expuso una serie de 90 latas de conserva que contienen, según la etiqueta, la caca del propio autor: Mierda de artista. Contenido neto: 30 gramos. Conservada al natural. Producida y envasada en mayo de 1961. El precio de cada lata era el equivalente a su peso en oro. Se supone que era una crítica al mercado del arte, en el que da igual lo que se haga mientras lleve una firma conocida y consagrada.
La Tate Gallery de Londres compró una de las latas por 35.000 euros. Según un portavoz del museo se trata de “una cantidad ridícula” dado el prestigio del artista. El Centro Pompidou de París y el Museo de Arte Moderno de Nueva York también tienen en sus colecciones Conservas Manzoni.
Se dice que una de ellas fue vendida en subasta hace pocos años a un coleccionista privado por 300.000 dólares. Precisamente lo que el malogrado autor quería criticar se ha vuelto del revés, o mejor, se ha demostrado que tenía toda la razón. Y además, el pobre se murió antes de cumplir treinta años y ya se sabe que un artista muerto cotiza mucho más.
Es un ejemplo de que, en el mundo de las artes plásticas, el marketing no sigue los cauces establecidos, al menos en el último siglo.
El caso es que en realidad no se sabe lo que hay dentro. Al precio que están cualquiera las abre y se ca(r)ga la obra.
Para empezar es claro que la sola realización de una obra no la convierte en arte. La valida un público consumidor, pero un público que sabe que está consumiendo arte o que sabe que está en un circuito artístico. Un cuadro en una feria callejera no sería arte, sólo que estuviera hecho por un artista, o sea una persona ya considerada perteneciente al circuito. Si mi sobrina escribe versos en su diario y nadie los lee, nunca serán arte. Si un día lo lee su mamá o su hermana, tampoco serán arte aunque ellas aprecien la sensibilidad de mi sobrina. Pero si un día es impreso por una revista poética, aunque sea under, o una editorial plantea publicar esos versos con una intención comercial, entonces parecería que si es arte. Pero entonces si el propio autor, aún no validado como artista, publica por sus propios medios no sería artista ni arte lo publicado. La academia, la hegemonía artísticocultural actual deberían validarlo, a no ser que antes el público consumidor, demuestre un interés suficiente en esos libros de edición propia, como para que una editorial vea un posible negocio, o determinados círculos literarios se sientan interesados por la obra o el autor y se los introduzca de una manera u otra en esos círculos o circuitos. Duchamp, cuando muchos se maravillan en la capacidad de reconstruir, re-ver un objeto vulgar a una obra de arte, yo lo único que veo es un mensaje claro: cualquier porquería puede ser llamada arte. Y no lo digo yo, es lo que creo y siempre creí que decía ese mingitorio maravilloso, introducido y permitido ignorantemente en una gran sala de arte. Muchos artistas se han reído de los académicos, de los curadores, directores de salas, etc. Bueno, como no vengarse de toda esa gente que lucra, y muy bien, cuando se exhibe la obra de algún artista invitado, que no ve un peso por exponer su trabajo de años. Porque miren que se puede ser muy buen artista y no vender ni uno, o ser un mediocre y vender millones. ¿Famoso? ¿ Exitoso? ¿Reconocido? ¿Qué es más importante? Supongo que cada artista valorará de un punto de vista moral propio, incluyendo cuanto aprieta el bolsillo. Pero un artista que llega un momento y realiza todas sus obras en base a una metodología exitosa comercialmente hablando y deja de investigar sigue siendo artista?
Y lo último, ¿todo arte vale? ¿Todo arte es igual de valioso? Del punto de vista cultural sí, porque demuestra una expresión artística (cultural) de una cultura determinada, pero del punto de vista artístico, me niego profundamente a que alguien que usa toda su capacidad y más en elaborar una obra compleja o simple, pero usando todo su intelecto a la máxima expresión, sea valorado igualmente que a un “artista” que produce en forma repetitiva una fórmula exitosa comercial.
En lo que sí deberíamos estar de acuerdo, es que cultura no denota lo “culto” y que el arte ya no es aquel arte que buscaba lo bello. También que una obra artística puede gustar o no, pero que es más importante sus características técnicas. Terminando, diría que el vanguardismo actualmente nos lleva a un sitio donde se valora ya más la capacidad del artista para asombrarnos en sus locuras creativas, que en su capacidad para hacernos disfrutar intelectualmente de una obra bella o fea, pero que nos alimenta.
Desde hace décadas, de una manera u otra, algunos queriendo ir contra el sistema de mercado artístico y otros porque desean vender y generar exitosas obras de arte, queda claro que como dicen algunos “AHORA CUALQUIER MIERDA ES ARTE”
No estoy de acuerdo con tu primera afirmacion,puesto que el arte no depende como has dicho de un publico… Siguiendo el ejemplo de tu sobrina, imaginate que escribe dichos versos, su familia los lee y los deja pasar apreciando los sentimientos de la niña pero sin llegar a mas, ahora imagin que dentro de 50 años se leen esos versos y se consideran arte pues que reflejan los inocentes pensamientos de una niña durante la crisis en q ahora vivimos. Para mi el arte es crear algo desde la nada, sea lo que sea: humor, pintura, musica, poesia ect
Simplemente estás aseverando lo que yo he mencionado, hasta que pasen esos 50 años y un público institucionalizado lo declare arte, no será nada. La creación de algo no implica que sea arte. El querer ser artista no te hace artista. Saludos y gracias por leer.
Hola, soy Ceci Arango, diseñadora y artista plástica, que están libres en estudiar y juzgar ustedes. Levo 20 años desarrollando un trabajo y una entrega de vida a la identidad cultural desde el diseño y a escultura. Pero mi comentario no va a mi obra, sino a la obra de Jeshua Kaslo, un artista intuitivo, más que empírico, como se diría comúnmente, que estoy presentando den el círculo del arte. La entrega que cualquier artista como yo hayamos tenido en el arte, no es ninguna, comparada con lo que él ha hecho, al ser uno solo con la obra de arte, su vida es una obra de arte permanente. Si bien yo también he entregado mi vida a mi trabajo y soy performática natural, él es uno solo, sin diferenciación entre lo que es y no es arte. Los invito a juzgarlo por sus propios medios, vean el canal de youtube KASLO7.